viernes, 30 de enero de 2015

Roberto Acuso: Misterioso ‘chef peruano’ está entre los 100 mejores del mundo

Roberto Acuso y su restaurante están en lista elaborada por reconocidos chef. (Le Chef)
Roberto Acuso y su restaurante están en lista elaborada por reconocidos chef. (Le Chef)
512 cocineros con dos y tres estrellas Michelin escogieron a los 100 chef del mundo que encarnan los mejores valores de la profesión y proponen una cocina única en su género, que debes probar al menos una vez en la vida.
En la lista están los peruanos Virgilio Martínez y Roberto Acuso. El primero es conocido por Central, pero no hubo forma de contactar al segundo, dueño del restaurante Acuso, que –a propósito– nadie ha visitado.
La lista fue creada por un pedido de la revista francesa Le Chef, que también organiza el premio Chef de l’Année (chef del año).
La publicación señala que se trata de la primera “fotografía realista de los mejores restaurantes del mundo” y una “respuesta constructiva” al ránking que organiza la publicación británica Restaurant, Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, en función de la opinión de cocineros, periodistas especializados y otros expertos en gastronomía.
Perú21 consultó con varios cocineros peruanos, pero nadie conoce a Roberto Acuso. Nos contactamos con Le Chef a través de diferentes plataformas para que nos diera más detalles del misterioso cocinero, pero no nos respondieron.
Lo primero que vino a nuestra mente fue que se trató de un error de tipeo: que en vez de Roberto Acuso quisieron mencionar al reconocido chef Gastón Acurio, ahora columnista de nuestro suplemento Cheka.
Pero el ‘escurridizo’ Roberto Acuso ya es famoso, pues varios medios han recogido la noticia, entre ellos la agencia EFE, el diario argentino Clarín, Terra, el francés Le Parisien.
LA LISTA EN DETALLE
La lista refiere que Francia es uno de los países “imprescindibles”para un gastrónomo con un total de 31 restaurantes. En el top 10 están los de veteranos cocineros como Paul Bocuse, Alain Ducasse y Michel Bras.
Le sigue Japón con 13 restaurantes —el primero nombrado es el Nihon Riyori Ryugin de Seiji Yamamoto— y Estados Unidos e Italia, con 10 cada uno y nombres como el Per Se de Thomas Keller y Osteria Francescana de Massimo Bottura.
Luego está España con El Celler de Can Roca, Martín Berasategui, Mugaritz, Sant Pau, Casa Marcial y Arzak. Además del misterioso Acuso, hay dos latinoamericanos en la selección: El peruano Virgilio Martínez (Central) y el brasileño Alex Atala (D.O.M.)
Fuente: Perú 21

domingo, 18 de enero de 2015

El futuro de la gastronomía peruana


Publicado el 25 de jul. de 2013
El boom gastronómico en el Perú se ha consolidado, pero todavía queda un camino largo por recorrer para desarrollar este mercado. ¿Cuál será el futuro de la gastronomía peruana? ¿De qué depende conseguir un mayor éxito internacional?

Gastón Acurio, director creativo de Cinco Millas - Acurio Restaurantes, revela en la siguiente entrevista uno de sus proyectos más ambiciosos que tiene hasta el momento, y ofrece sus perspectivas sobre el futuro gastronómico del país.

Entrevista: María José Meza Cuadra y Gonzalo Zegarra.
 

Estos son los idiomas más difíciles de aprender

PLANETA LOWCOST

Los idiomas; nunca sabes suficientes, si es que sabes alguno aparte del tuyo nativo. Desde pequeño te intentan enseñar inglés, quizás francés o un poco de alemán, pero una cosa es estudiarlo y otra muy diferente saber hablarlo. Eso sí, cuando sales al extranjero y tienes que comunicarte te das cuenta de lo necesarios que son, aunque no sepas ni pronunciarlos.


Desde Planeta LowCost queremos echarte una mano para que sepas cuáles son algunos de los idiomas más complicados dependiendo de dónde viajes. Antes de nada, un consejo que ya sabrás: el inglés nunca está de más.

Empezamos nuestro viaje por el lejano oriente. En China se encuentra el idioma más hablado del mundo, el chino mandarín, que es utilizado por más de 1.150 millones de hablantes. Si estás pensando viajar a este país debes tener en cuenta que hablar, escribir o leer este idioma es una misión casi imposible. De hecho, los expertos aseguran que es el idioma más complicado de aprender y, sobre todo, de escribir. Para que te hagas una idea: el nivel mínimo para que una persona no sea considerada analfabeta se sitúa en el conocimiento de 3.000 ideogramas. En total existen unos 50.000.

Algo parecido ocurre con el japonés, que cuenta con 132 millones de hablantes en todo el mundo pero que te costará aprender con mucho sudor y lágrimas. La grafía y la gramática son muy diferentes al español, aunque hay una variante que facilita bastante el trabajo, el alfabeto romaji, que se lee de la misma forma en que se escribe y te costará bastante menos esfuerzo.

La escritura y el árabe

Hablando de escritura es imposible no mencionar el árabe. El principal problema para aprender este idioma, que se habla de forma oficial en 23 países y cooficial en 6, es la grafía. Para aprender a escribir árabe debes cambiar totalmente tus esquemas y empezar por la derecha y terminar la línea por la izquierda. Además, las letras van unidas y seguramente en un primer momento no sepas distinguirlas.

Estos tres idiomas junto con el coreano son considerados los más difíciles de aprender, en torno a los dos años para tener unos conocimientos básicos.

Dificultad media: el hindi

Un poco más sencillo, aunque también de dificultad media es el hindi. Este idioma es el cuarto más hablado en todo el mundo, con unos 490 millones de personas que lo hablan. Eso sí, si vas a India no te creas que por conocer el hindi podrás comunicarte en todas partes, pues en el país se hablan otros 22 idiomas de carácter cooficial. Para ir introduciéndote en este lenguaje y en la cultura que lo rodea, te aconsejamos que empieces por ver alguna que otra película Bollywood.

De dificultar intermedia también se encuentras idiomas como el ruso, que aunque pueda parecerte extraño por el abecedario que utiliza, el cirílico, es más sencillo que los anteriores. Eso sí, tendrás que sufrir una buena dosis de declinaciones y diferentes modos gramaticales que no te ayudarán demasiado.

El vietnamita, el turco, el polaco, el tailandés, el serbio, el griego, el hebreo y el finés completan la lista de los idiomas con dificultad media para los que tendrás que invertir un mínimo de 44 semanas para tener un poco de control.

Fuente: 20Minutos.es

viernes, 16 de enero de 2015

Todos vuelven (Vals Peruano)


 


Un Vals para todos los que
se fueron y/o volvieron al barrio
 
El vals peruano "Todos Vuelven" de César Miró es una de esas canciones que la han convertido en himno los ciudadanos que por diversos motivos emigran de su tierra natal y que independiente de la situación, condiciones exitosas o no; sueñan, piensan o retornan al suelo que los vió nacer, al barrio y calles donde crecieron.
  
César Miró, poeta, escritor, intelectual, periodista y amante de nuestra música criolla, escribió la letra del hermoso y emblemático Vals  en Los Ángeles, Estados Unidos, para la película "Gitanos en Hollywood" la que trataba sobre los sentimiento de los latinoamericanos que viven en EE.UU. por retornar a la tierra natal. En el Perú fue cantada por primera vez en 1941, por la Reyna de la canción criolla Jesús Vásquez.
 
El Vals Todos Vuelven ha sido grabado también en ritmo de salsa por reconocidos intérpretes como Celio González y la Sonora Alegre, Lito Peña y su Orquesta Panamericana, Jimmy Urbina y la Orquesta Revolución, la Orquesta Power, Rubén Blade
 
 
Todos Vuelven
(Vals Peruano)
Letra: César Miró
Música: Alcides Carreño

Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció más de un amor.

Bajo el árbol solitario del silencio,
cuántas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.

El aire que trae en sus manos
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído
su canto aprendido del atardecer.

Nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa, de luna y de miel,
que es santo el amor de la tierra,
que es triste la ausencia que deja el ayer.
 



Un mar de los antiguos peruanos alimenta al mundo

Una iniciativa protege 12.000 kilómetros cuadrados de una de las áreas marinas más ricas del planeta, frente a las costas de la ancestral civilización de Paracas


Perú y Chile, dos de los países con mejor récord económico de América Latina en la última década, están decididos a convertirse también en pioneros globales de la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas de sus zonas costeras.

Y a juzgar por las cifras, tienen razones de peso para hacerlo: juntos concentran el 20% de la pesca mundial, y ambos se encuentran entre los 10 países que más pescan del mundo (más de 8 millones de toneladas capturadas en 2011 en Perú y más de 3 millones en Chile).

Con estas riquezas naturales en el punto de mira, decidieron preservar la salud de los océanos –mermada en los últimos años por la acción del hombre y por el cambio climático- a través de un proyecto conjunto de conservación diseñado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el PNUD.

Los resultados, hasta la fecha, son positivos: lograron evaluar el 72% de las costas de Chile y Perú y crearon 12.000 km2 de áreas protegidas. Paralelamente, repoblaron 25 hectáreas con algas marinas, para contribuir a mantener el equilibrio del ecosistema.


En el siguiente video viajamos a Paracas, uno de los cinco lugares piloto del proyecto, para mostrar cómo están logrando frenar el deterioro del mar para beneficiar tanto al medio ambiente como a los pescadores artesanales y habitantes "naturales" de la zona.

Fuente: El País

Panamá reclama su cocina

De repente y sin previo aviso, Ciudad de Panamá aparece en los mapas que muestran las coordenadas de la sazón, las despensas y las cocinas

El cocinero Mario Castrellón en el huerto de su restaurante Maito / GUILLERMO BÁRCENAS
La trupa es una vieja conocida de las comunidades nativas de la comarca de Dairén, una franja de selva casi impenetrable que separa Colombia de Panamá. Esta variedad de palma se cultiva de norte a sur de Panamá, pero son las comunidades nativas cercanas al río Tupiza las que lo emplean para preparar bebidas y en algún caso para obtener su aceite. Hace falta un día completo de travesía por el Tupiza para romper el aislamiento y llegar hasta ellas. El aceite de trupa es uno de los tesoros de la nueva despensa panameña. Según los técnicos que trabajan con él, ofrece un alto contenido nutricional, además de composiciones y calidades similares a las del aceite de oliva, soportando altas temperaturas sin desnaturalizarse. En esta zona también se cultivan 20 variedades de arroz poco habituales, entre ellas uno de color rojizo.
El kalalu, con su extraña forma de zarcillo, se asoma ya a algunas cocinas. Es el extremo de un helecho de la familia de los fiddlehead —en realidad, la hoja en proceso de formación— que crece en Bocas del Toro, la otra selva panameña. Es jugoso, tierno y viene a ser como una suerte de espárrago de la jungla. Llegó hace bien poco a la carta de Maito, el restaurante de Mario Castrellón, el joven cocinero que impulsa una parte del movimiento que está volteando la cocina panameña.
Son más que muestras aisladas; el anuncio de algo más grande que ya está ocurriendo. Habría que añadir el fervor provocado por el pixbae —pijuayo— en las cartas de algunos restaurantes y en la dieta familiar, el trabajo para poner en valor los cacaos cultivados por las comunidades nativas de Boca del Toro, encabezado por la repostera Rachel Policarp, el prestigio internacional del café geisha, la vuelta a las cocinas de la hoja del bijao como utensilio culinario o la puesta en valor de platos populares que vivían ignorados por la cocina publica. Ahí está el concolón de pollo —un guiso de arroz—, los humildes tamales, las tortillas de maíz, el sancocho, el bragadap —tortilla de bacalao— de origen antillano o un pastel de yuca llamado carimañola, también popular en Colombia y Brasil. Unos y otros llegan poco a poco a los nuevos restaurantes que van poblando la capital panameña.
De repente y sin previo aviso, Ciudad de Panamá aparece en los mapas que muestran las coordenadas de la sazón, las despensas y las cocinas. Las obras de ampliación del Canal, el recién estrenado Metro y las obras públicas que han transformado la trama urbana de la capital abrieron la puerta de una ciudad diferente: próspera, abierta, cosmopolita y decidida a mostrar sus señas de identidad. También en la cocina, donde se ha operado un tránsito casi milagroso entre el desprecio por sus raíces y la reivindicación de una propuesta reconocible como propia.
Ciudad de Panamá es una ciudad que hoy bulle en sus cocinas y se hace fuerte en el mestizaje. Ofrece un panorama culinario en el que las raíces locales conviven hasta confundirse con los sabores antillanos, las propuestas de origen chino o la herencia del legado norteamericano. También gracias a la coincidencia de dos generaciones de cocineros. Una, que trabajó durante años casi en solitario, representada por Cuquita Arias, responsable de Salsipuedes, el restaurante del Hotel Bristol, y Charli Collins, conductor del Hotel Panamonte, en Boquete. Tras ellos llega una generación joven, con ideas nuevas, dispuestos a trastocar lo establecido. La encabeza Mario Castrellón, un joven profesional formado en Barcelona y regresado a Panamá hace cinco años para emprender un recorrido fulgurante. Propietario de Humo y Maito, dos de los restaurantes de referencia en la ciudad, e impulsor de los cafés locales a través de Café Unido, es el principal promotor de la recuperación de los productos locales. Junto al suyo, despuntan nombres a tener en cuenta, como el de José Carlés, responsable de Donde José, un diminuto comedor en el Casco Viejo, el de Fulvio Miranda, con su Mostro Bistró, en David, al norte del país, o los de Andrés Madrigal, en Madrigal, y Álvaro Perrino, en Azafrán, dos españoles que adaptan su cocina a la despensa local.
FUENTE: El País

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